Miles de fieles y peregrinos estuvieron presentes en la Plaza de San Pedro para escuchar el mensaje Pascual y recibir la bendición y "Urbi et Orbi" -a la ciudad y al mundo- del Papa Benedicto XVI, quien alentó a mantener siempre firme la esperanza pues es ese el sentido de la muerte y resurrección de Cristo: darnos esperanza.
Respondiendo la pregunta sobre lo que sigue a la muerte, el Papa afirmó “que la muerte no tiene la última palabra, porque al final es la Vida la que triunfa. Nuestra certeza no se basa en simples razonamientos humanos, sino en un dato histórico de fe: Jesucristo, crucificado y sepultado, ha resucitado con su cuerpo glorioso. Jesús ha resucitado para que también nosotros, creyendo en Él, podamos tener la vida eterna. Este anuncio está en el corazón del mensaje evangélico”.